miércoles, 1 de mayo de 2013

Criptococosis


EL género Cryptococcus comprende diecinueve especies de hongos levaduriformes encapsulados. Los más patógenos del género son Cryptococcus neoformans, Cryptococcus gattii y Cryptococcus grubii. 
Cryptococcus neoformans fue descubierto hace más de cien años, al ser aislado de jugos de frutas, así como también de ciertas lesiones en pacientes europeos. 
Hacia 1905, fue reportada por primera vez, un caso de meningitis criptocóccica. 
Cryptococcus gattii ha sido aislado en pacientes inmunocompetentes con síntomas de meningitis y problemas pulmonares. Se encuentra principalmente en climas tropicales y subtropicales. Su telemorfo es Filobasidiella bacillispora, un hongo filamentoso pertenecientes a la clase Tremellomyces. Desde 1999 hasta principios de 2008, doscientos 
dieciséis personas en la Columbia Británica han sido infectados con C. gatti , causando la muerte en 8 de ellos. En 2007 aparece por primera vez en Washington, Estados Unidos y en abril de 2010 se había propagado a Oregón. Estas últimas cepas son particularmente virulentas ya que causaron 19 víctimas fatales en 218 pacientes. 
DEFINICIÓN : 
Es una micosis considerada como oportunista. La produce por lo general el hongo levaduriforme y capsulado Cryptococcus neoformans y se puede presentar en forma aguda, subaguda o crónica. Las manifestaciones clínicas son polimórficas, dependiendo en muchos casos del grado de inmunosupresión del paciente. En la mayoría de los casos la infección es pulmonar primaria y se disemina principalmente hacia el sistema nervioso central, los huesos y piel. En pocos casos se describen infecciones cutáneas primarias. Las infecciones producidas por otras especies del género, son menos frecuentes. 
AGENTE ETIOLÓGICO: 
Sinonimia: Saccharomyces sp. Busse, l894. 
Cryptococcus hominis. Vuillemin, 1901. 
Filobasidiella neoformans. Kwon-Chung, 1975. Filobasidiella bacillispora. Kwon-Chung, 1976. 
Como se menciona anteriormente, hay dos especies más frecuentemente aisladas del género Cryptococccus y cinco serotipos, basados en cuatro posibles presentaciones de epitopes capsulares: A, B, C, D y AD. C. neoformans se asocia a los serotipops A, D y AD, mientras que C. gattii, a los serotipos B y C. Ambas especies difieren, además de sus serotipos, en 
ciertas propiedades bioquímicas, ecológicas y epidemiológicas. 
El serotipo A es el más frecuentemente aislado en materiales clínicos de pacientes con y sin SIDA. 
ECOLOGÍA: 
La bibliografía sugiere que en la naturaleza, las dos especies de Cryptococcus son encontradas en diferentes nichos. C. neoformans, ha sido aislado a partir de áreas habitadas por aves, las cuales, no obstante, no se ven infectadas. Sustratos ricos en guano de aves, son el medio apropiado para el desarrollo de este organismo. C. gattii por otro lado, ha sido aislado de áreas con bosques de eucaliptos. En ambientes con climas tropicales y 
subtropicales, aumenta la frecuencia de hallazgos de esta variedad. 
FUENTES DE INFECCIÓN: 
La fuente es EXOGENA. C. neoformans y C. gattii no forma parte de la flora normal del ser humano ni de animales. Se lo ha aislado de jugos de fruta, de la leche, de piel, heces humanas, del suelo y estiércol de paloma. No se han documentado casos de transmisión animal-persona, ni persona-persona 
VÍAS DE INFECCIÓN: 
La infección se produce por vía inhalatoria, siendo subclínica y transitoria. Si el número de microorganismos inhalados es considerable puede iniciarse una infección pulmonar crónica y trasmitir el hongo a otros sitios anatómicos involucrando fundamentalmente areas cutáneo-mucosas y meníngea. Además, la criptococosis puede ocurrir como una complicación de otras enfermedades en pacientes debilitados y transformarse rápidamente en sistémica. Esto es está especialmente documentado en pacientes con VIH-SIDA, cáncer, tratamientos prolongados con corticoides, etc.. 
EPIDEMIOLOGÍA: 
Distribución geográfica: Se trata de organismos ubicuos, por lo que se localizan en todo el mundo. 
Frecuencia: 
Según edad: generalmente en individuos entre 30 y 60 años. La presencia de esta micosis en pacientes prepúberes, es extraordinariamente rara. En el año 20001, se reportaron en Cuba 3 casos de criptococosis infantil, todos asociados a enfermedades inmunosupresoras de base, y a un contacto previo de los pacientes con fuentes de contagio. 
Según sexo: Hasta el advenimiento del SIDA como enfermedad endémica, en proporción 3 hombres por cada mujer Según raza: no se ha encontrado mayor o menor Según ocupación: predisposición 
FORMAS CLÍNICAS: 
Forma pulmonar: En la tercera parte de los casos se mantiene asintomática, aunque la mitad de los pacientes presenten signos como tos, expectoración, pérdida de peso, y otros, que son, como puede observarse, manifestaciones inespecíficas. En otros casos, se puede parecer a una tuberculosis de primoinfección, a la forma miliar diseminada o se presenta, en las radiografías de tórax, como una masa tumoral de varios cm. de diámetro semejante a un quiste hidatídico o a una neoplasia. No obstante el compromiso pulmonar, los exámenes de esputo y biopsia pueden arrojar resultados negativos. Asimismo, en los casos de cultivos positivos sin correlato radiológico, debe evaluarse la posibilidad de una colonización 
respetando el parénquima pulmonar. 
Criterios de identificación: 
1) células levaduriformes brotantes 
 2) ausencia de micelio 
 3) presencia de cápsula 
 4) crecimiento a 37° C 
 5) ureasa (+) 
 6) patógeno para el ratón. 
Existen diferencias entre las dos especies más frecuentemente aisladas, tanto desde el punto de vista patogénico como de distribución geográfica, de tal forma que C. neoformans se ha relacionado con la infección en los pacientes inmunodeprimidos, siendo de distribución mundial, mientras que el C. gattii se ha descrito en infecciones de pacientes inmunocompetentes y su distribución está más restringida a países tropicales y subtropicales. También se diferencian estas especies por sus características bioquímicas: los tipos B y C, asimilan los ácidos 1-málico, fumárico y succínico, producen pigmento de color verde sobre agar con L-cavanina-glicina-azul de bromotimol, y asimilan la glicina como única fuente de carbono. Los serotipos A y D, por el contrario, no presentan estas reacciones. Existen también diferencias genéticas por hibridación del DNA. La distribución en la naturaleza es asimismo diferente: los tipos A y D se asocian con las deyecciones de palomas y otros pájaros, mientras que los otros dos tipos C se han encontrado en distintas especies de eucaliptos (Eucaliptus calmadulensis, Eucaliptus rudis, etc.) y en los koalas de Australia. 

DIXON MENDOZA





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